Sector Fitness 22 de octubre de 2025 5 min de lectura

Entrenar a partir de los 40: fuerza, prevención y movilidad

Hay un momento, entre los 40 y los 50, en el que notas que el cuerpo te pide cosas distintas. No es drama, es biología. Llevamos dos décadas viendo a gente que llega a Kronos Almería con la misma frase: “antes corría 10K sin calentar y ahora me tira todo”. La buena noticia es que, con pequeños ajustes, vuelves a sentirte fuerte y ligero. Esta guía es lo que aplicamos con socios reales que trabajan, duermen lo justo y quieren estar a la altura de sus hijos el fin de semana.

Prevención antes que épica: chequeo simple y objetivos claros

Un par de datos antes de mover hierros. Hazte una analítica anual si puedes, revisa tensión y, si llevas tiempo sin entrenar, mejor valoración inicial. En sala, usamos tres pruebas rápidas: sentarse y levantarse 10 veces de una silla sin manos (tiempo y forma), equilibrio a una pierna 10 segundos por lado y distancia dedo-suelo en flexión. No buscamos récords, buscamos puntos de partida.

Objetivo realista para 12 semanas: mejorar fuerza en patrones básicos, ganar 5-7 cm de movilidad en isquios y cadera, y acumular 150-180 minutos de cardio a la semana sin que el cuerpo se queje. Si hay dolor, lo abordamos sin convertirlo en bandera.

Fuerza: la vacuna antienvejecimiento

Dos o tres días por semana, 45-60 minutos, con 5 ejercicios base. Día A: sentadilla goblet o prensa, empuje horizontal, bisagra de cadera con kettlebell, tirón horizontal y plancha con respiración. Día B: zancadas o step-ups, press de hombro sentado, peso muerto rumano, jalón y carry de granjero. Tres series de 6-10 repeticiones, RIR 2 (que te queden 2 reps en el tanque). Cada semana, o subes un poco de peso o haces 1-2 reps más. Cada cuatro o cinco semanas, descarga ligera (menos volumen) y a seguir.

Errores típicos que vemos: correr mucho y empujar poco, saltarse el calentamiento, ir a máximos sin técnica y creer que el core se trabaja solo por existir. El core se entrena, y bien hecho reduce dolores tontos. Si te da respeto arrancar, grupos reducidos: 6 personas, entrenador encima, seguridad y ganas de ir.

Movilidad y control: 10-12 minutos que lo cambian todo

Antes de la fuerza: respiración 90/90 para abrir cadera, movilidad de tobillo con rodilla a pared, sliders para femoral suave y apertura torácica en banco con palo. Después: 5 minutos de estiramientos que se sientan bien, no que demuestren nada. Dos días a la semana añade 10 minutos de trabajo específico de cadera y dorsales. La sensación de “me tiro menos” aparece en tres semanas si eres constante.

La espalda protesta menos cuando la cadera hace su trabajo. Aprende la bisagra de cadera con palo pegado a cabeza, espalda y glúteos: tres puntos. Cuando la tengas, todo lo demás encaja mejor.

Cardio que suma sin restar

La dosis que funciona: 2 sesiones de 30-40 minutos en zona 2 (podrías hablar pero te cuesta cantar) y 1 sesión corta de intervalos 6×1 minuto algo alegres. Bicicleta, remo, caminar rápido en cuesta, elíptica. Si vienes de cero, empieza con 15-20 minutos y sube 5 por semana. El objetivo no es reventarse, es crear un corazón que acompañe.

Nutrición, descanso y esas pequeñas cosas

Come proteína en cada comida (1,6 g por kilo de peso te pone en buena pista), verduras y frutas a diario y carbohidratos alrededor de tus entrenos. Bebe agua. Duerme 7 horas si puedes; si no, defiende 6,5 estables y una siesta corta el fin de semana. Un paseo al sol de Almería hace más por tu vitamina D que muchos suplementos caros. Y si te pierdes, pide cita con nuestro nutricionista y te lo baja a tierra en 30 minutos.

Experiencia real: Rosa, 49 años, y su espalda que ya no protesta

Rosa entró con dolor lumbar intermitente y la idea de que a su edad ya tocaba “aceptar”. Trabaja sentada y caminaba algo, pero no hacía fuerza. Empezó con 2 días de fuerza y 1 de movilidad. A la semana 4 ya sostenía la plancha 30 segundos sin temblar y hacía peso muerto con 16 kg correcta. A la semana 8, prensa a 70 kg x 8 y jalón a 40 kg x 10, con espalda contenta. En 12 semanas, bajó 7 cm de cintura, su frecuencia en reposo de 68 a 58 y, lo que más celebró, pudo pasar una tarde en el parque con su hijo de 9 años sin buscar un banco cada 15 minutos. No ganó una medalla, ganó su tarde.

Lecciones aprendidas

  • La fuerza es la base: dos días bien hechos y el resto encaja.
  • La movilidad no es postureo: 10 minutos cambian cómo te mueves y cómo te sientes.
  • Cardio con cabeza: más no siempre es mejor; mejor es mejor.
  • El dolor no se negocia con ego: técnica y progresiones pequeñas.
  • Constancia de 12 semanas supera cualquier semana épica.

Conclusión

Entrenar a partir de los 40 no va de demostrar nada, va de darte años buenos. Si quieres un plan sin humo, te lo montamos en Kronos Almería: valoración, rutina simple, progresión y seguimiento por la app. Y si te apetece, te metemos en un grupo reducido donde el ambiente empuja y no juzga.

Pide tu primera sesión. Tu yo de dentro de 6 meses te lo va a agradecer.

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